MATES CHEF – Proyecto educativo

Mateschef presenta una propuesta para la enseñanza de las matemáticas a partir de la realización de un proyecto culinario en el cual se adquieren algunos de los contenidos del segundo ciclo de educación primaria.

Como cocinar en dos pasos
Como cocinar en dos pasos

En él se fusionan las áreas de matemáticas, lengua, ciencias e inglés para hacer un bizcocho educativo perfecto. Para ello se requieren de cambios tanto físicos (calentar agua, mantequilla) como químicos (reacciones, generación de CO2 para generar dulces esponjosos), así como la realización de particiones, sumas, restas, y el conocimiento de cada ingrediente en Inglés.

A través del proyecto “cocina tu bizcocho”, los alumnos podrán elaborar este postre empleando para ello técnicas de aprendizaje colaborativo, en donde la atención a la diversidad y la solidaridad van de la mano.

Para llevar a cabo este proyecto primero hay que motivar a nuestros alumnos y la mejor manera de hacerlo es viendo un video de “Masterchef”, transmitiendo a los niños que nosotros nos vamos a convertir en unos estupendos chefs si realizamos correctamente las siguientes actividades:

1ª Actividad: realizamos un cuestionario inicial para conocer los conocimientos previos de los alumnos.
2ª Actividad: Vemos un video del origen de cada alimento y su posición en la pirámide alimenticia. A continuación, rellenarán una tabla identificando los ingredientes necesarios para realizar un bizcocho, identificando su origen y lugar en la pirámide alimenticia.
3ª Actividad: y ahora… trabajamos con lengua. Cada niño deberá escribir una receta que sepan realizar y luego la compartiremos ante nuestros compañeros.
4ª Actividad: ya mismo empezamos con la receta pero antes nuestros chefs, van a ver un video de Ratatouille para ver cuáles son los secretos que tiene que tener un buen chef (usar los cinco sentidos: el olfato, el tacto, el oído, la vista y el gusto)
5ª Actividad: ¡¡ y por fin nuestros chefs ya están preparados para ponerse manos a la obra!! Realizamos la receta, pero antes damos a cada alumno un número de forma que cada uno intervendrá en la receta cuando el docente vaya indicando.

Además, mediante realizamos la receta vamos a ir nombrando como se dice cada ingrediente en Inglés. La receta para hacer este riquísimo bizcocho es la siguiente:
-En un bol grande iremos echando tres huevos y un yogur de limón, batiéndolos lo mejor posible para obtener una mezcla homogénea.

-Una vez que hayamos mezclado bien esos ingredientes, añadiremos el azúcar tomando como referencia dos medidas de yogur, volvemos a batir y le agregamos tres medidas de harina y un sobre de levadura y volvemos a batir para que se mezclen bien todos los ingredientes.

-Por último, añadimos un poco menos de una medida de aceite y la ralladura de limón y removemos para que no queden grumos.

-Una vez hecha la masa tres grupos la depositarán en un molde redondo y los otros tres grupos en un molde rectangular, que deberán engrasar con mantequilla y aceite para que no se nos pegue el bizcocho.

-Lo introducimos al horno, 40 minutos a una temperatura de 180º y esperamos que se vaya haciendo.

6ª Actividad: mientras el bizcocho está en el horno, los alumnos van a hacer un maravilloso arco iris dulce, uniendo colorante con azúcar y ordenándolos según su densidad.
7ª Actividad: Ya tenemos nuestros bizcochos, pero antes vamos a averiguar cuál es el área de cada uno dependiendo del molde usado (rectangular o circular)
8ª Actividad: Por último debemos hacer particiones, sabiendo en cuantos trozos dividimos el bizcocho dependiendo de las personas que vamos a comer. Y ahora sí, ¡YA NOS PODEMOS COMER NUESTRO DELICIOSO BIZCOCHO!

En este proyecto hemos puesto de manifiesto que la cotidianidad y la escuela pueden ir de la mano. ¿A qué niño no le gustaría ayudar a su padre/madre a realizar un bizcocho?

El ambiente familiar, social y lúdico que produce la realización de dicha actividad fortalece la confianza del propio alumno consigo mismo y con los demás, además de enfrentarse por sí mismo a la vida.

Todo lo que nos rodea nos asombra en su justa medida: el crepitar de las palomitas, la adición de agua a aceite hirviendo, el cambio de color de una tostada…todo ello bajo la supervisión de una lógica matemática sin discusión: dos granos darán dos palomitas; una pizca de agua provocará una pequeña nube de vapor; más tiempo para la tostada, un color más anaranjado… un aprendizaje vivencial y real, un aprendizaje útil, un aprendizaje competencial.

En definitiva, un aprendizaje, al fin y al cabo.

Samuel

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