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Películas en el aula de Historia. Parte I

Películas en el aula de Historia. Parte I: Primero de ESO -Prehistoria y Antigüedad-

Nuestros alumnos de secundaria, personas totalmente nativas de un mundo audiovisual, necesitan que les hagamos visible y tangible lo que la palabra escrita plasma en los libros y que podría convertirse para ellos en algo con demasiada carga abstracta si no se empatiza con el periodo histórico que toque en cada momento.

Hoy día disponemos de multitud de medios y formatos diferentes con que hacer visible la Historia pero gracias al cine, la misma ha sido plasmada en multitud de ocasiones, con mejor o peor fortuna, haciendo que seamos capaces de sumergirnos en historias del pasado, comprendiendo mucho mejor aquello que leemos.

Contextualizando el cine en períodos históricos concretos, hay películas para todos ellos y lo que aquí pretendemos es facilitar su selección, adaptándola al currículo de secundaria, dividida en los diferentes cursos. Por ello, en esta primer artículo, dedicado a Primero de la ESO, nos vamos a centrar en seleccionar tres películas que nos sirvan para contextualizar la Prehistoria y la Antigüedad, presentes en el currículo de este curso.

Para visualizar la Prehistoria, quizá el período histórico menos representado cinematográficamente, hemos elegido una excelente película de 1981 del cineasta francés Jean-Jacques Annaud, En Busca del Fuego (La guerre du feu), de la que os dejamos un pequeño resumen y un enlace al tráiler de la misma.

Para la tribu prehistórica de los Ulam, el fuego es un elemento fundamental. Con su ayuda, ahuyentan a las fieras y también les sirve para calentarse. Hasta que durante un ataque de un clan rival, la llama se extingue. Deciden enviar a tres hombres de la tribu en busca de otra llama.

En su primer gran éxito, el francés Jean-Jacques Annaud partió de una novela de J.H. Rosny para una realista reconstrucción de la era prehistórica. Contó con la ayuda de expertos en la época, como el zoólogo Desmond Morris o el novelista y lingüista Anthony Burgess, que se inventó el modo de comunicarse de los personajes a base de gruñidos (decine21.com).

Para la Historia Antigua, nos vamos a ceñir a la de Grecia y Roma, hemos seleccionado dos películas relativamente recientes, una de cada período, que además de plasmar de manera rigurosa y trabajada los ambientes históricos de ambos momentos, son bastante entretenidas y aportan mucho para la comprensión de la cultura clásica.

Para visualizar la Historia de Grecia, Troya, película de 2004, del director Wolfgang Petersen, donde se adapta el poema épico de Homero “La Ilíada” contando la guerra de Troya y de la que os dejamos también un resumen y un tráiler de la misma.

La cólera de Aquiles

Trasladar a la pantalla el extensísimo poema griego La Ilíada era una empresa verdaderamente homérica (nunca mejor dicho en este caso), pero Hollywood no conoce límites. Y es que no se trata sólo de su extensión, sino del contenido mitológico y heroico de un poema que ha sido considerado como una de las cimas de la literatura de todos los tiempos. Homero narra en ella la guerra desencadenada en el siglo XII a.C. entre griegos y troyanos, cuando Paris, príncipe de Troya, se lleva consigo a su ciudad fortificada a la bella Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta. Las fuerzas griegas comprenden varios reinos (Esparta, Micenas, Tesalia), comandados por el rey de Micenas Agamenón. Pero para derrotar a Príamo, rey de Troya, él sabe que necesita a Aquiles, rey de los Mirmidones, el único guerrero capaz de enfrentarse al temido Héctor, el más valeroso combatiente de la ciudad amurallada. Pero Aquiles detesta la arrogancia de Agamenón…

Muy bien podría haberse llamado la película “La cólera de Aquiles”, porque el guión se aleja quizá peligrosamente del terreno mitológico (aquí los dioses no aparecen) para centrarse en las desavenencias entre Aquiles y su jefe. Esto no quita por supuesto para que estén presentes los temas básicos de esta historia épica, tales como la amistad, el amor, el honor y la valentía. El director Wolfgang Petersen ha logrado salir airoso de esta superproducción plagada de extras y rodar vibrantes escenas de lucha cuando entran en acción los nombres ilustres de Ajax, Odiseo (conocido también como Ulises) o Héctor, con algunos planos panorámicos extraordinarios. Brad Pitt se esfuerza por aportar a su personaje la fuerza del mito, aunque quizá le hace un flaco favor su estado perpetuamente iracundo, mientras que Eric Bana encarna con majestuosidad al honorable Héctor (decine21.com).

La otra película, es una de romanos y nos invita a ver la Historia de Roma desde casi todos los ángulos y se ha convertido ya en un clásico del cine moderno, se trata de la película del 2000, dirigida por Ridley Scott, Gladiator

Sangre y arena

Ave, Ridley, los que van a disfrutar te lo agradecen. Así, con esta licencia descarada, nos permitimos abordar una de las películas que más sensación han causado esta temporada, no sólo por su espectacularidad, sino por haber recuperado con mayúsculas el llamado género de romanos. El “culpable” de esta cinta, Ridley Scott (Blade Runner), ha dirigido con mano firme sus legiones de extras en impresionante batalla, ha recreado con fidelidad el ambiente de toda una época, y ha corroborado que el circo puede ser el mayor espectáculo del mundo, con permiso del cine, claro. Porque cine y del bueno es lo que se ve en esta superproducción que nos sumerge en el inicio de la decadencia de uno de los mayores imperios que ha existido, a través de unos personajes movidos por la ambición, el odio y la venganza.

Gladiator nos cuenta la historia del general romano Maximus (Russell Crowe), elegido por el emperador Marco Aurelio (Richard Harris) para sucederle en el trono. En su destino se cruza Cómodo (Joaquin Phoenix), el hijo del emperador, que celoso de esta situación ordena su ejecución, depués de asesinar a su propio padre. El protagonista sobrevive, se convierte en esclavo y, entrenado como gladiador, regresa a Roma. Desde la arena del circo, crece su figura como héroe y ve más cerca la posibilidad de vengarse.

Llevar al cine la magnificencia de la época ha costado 16.000 millones de pesetas. Esta inversión se traduce en impresionantes decorados y en el uso de los más avanzados efectos digitales que nos muestran a la antigua Roma tal y como debió ser. Además, el rodaje se realizó en cuatro países (Italia, Inglaterra, Malta y Marruecos), participaron 45.000 extras y se contrataron a actores de muchísimos quilates. Como Scott dijo en su momento, “no todos los días se presenta la ocasión de reconstruir el Imperio Romano”.

El cuadro “Pollice verso” (“Pulgares hacia abajo”) del pintor del siglo XIX Jean-Leon Gerome fue el revulsivo para que Ridley Scott aceptara el proyecto. El lienzo representa a un emperador romano haciendo el gesto de extender el pulgar hacia abajo como fatídica señal para que un gladiador ejecute a su derrotado rival. Luego la imaginación del director británico se disparó y la maquinaria de Hollywood se puso en funcionamiento.

 Antecedentes

Espartaco, de Stanley Kubrick, y La caída del Imperio Romano, de Anthony Mann, son claros precedentes de Gladiator. La primera posiblemente sea la mejor película que se haya rodado sobre la época, con un Kirk Douglas espléndido dando vida al famoso esclavo gladiador que puso en jaque a las tropas imperiales, encabezando a un grupo de esclavos rebeldes. El carácter del actor y su energía, penetra en los poros de un personaje que lucha por un anhelo tan legítimo como difícil de conseguir: la libertad. Con un reparto de grandes estrellas y al más puro estilo de las superproducciones se rodó La caída del Imperio Romano. Como en Gladiator, se cuenta el momento crucial en que los pilares del Imperio empiezan a derrumbarse (decine21.com).

En próximas publicaciones sugeriremos otras piezas importantes del cine histórico, pensadas para segundo y cuarto de ESO.

Moisés Gallardo Molina

Departamento de Ciencias Sociales. Colegio de La Presentación, Baza

 

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