¿Se puede jugar al fútbol sin un balón?, la respuesta es sí, y os voy a enseñar cómo.
El fútbol sin balón se desarrolla en un campo de fútbol-sala y se utilizan sus porterías y líneas.
El único material que vamos a necesitar son petos para diferenciar un equipo del otro, aunque por ejemplo también podemos diferenciarlo de forma que un equipo lleve chaqueta de chándal y el otro no.
Cada equipo ocupa su lado de la pista y la única condición es que SOLO podemos tener un portero y dos defensas dentro del área.
Comienza el juego.
A partir de ahora únicamente estoy salvado en mi campo, ya que en el momento que cruzo al campo contrario y me tocan tengo que sentarme en el suelo en este mismo sitio, hasta que un compañero me toque y de esta forma pueda seguir jugando.
El objetivo es marcar gol con mi cuerpo, de forma que entrando en la portería contraria consigo un gol para mi equipo.
Cada vez que haya gol cada equipo vuelve a situarse en su campo, incluso los jugadores que estén sentados por estar eliminados.
En el fútbol sin balón solo hay una sanción, el penalti. Habíamos quedado en que dentro del área SOLO puede haber un portero y dos defensas, pues se pita penalti cuando en el área hay más de dos defensas.
La forma de tirar el penalti es la siguiente: el equipo elige dos jugadores que partirán de la línea que delimita el área, y tendrán 5 segundos para que UNO de los dos entre en la portería sin que el portero le haya tocado.
Es decir, que no hace falta que entren los dos.
Cuando jugamos al fútbol sin balón se pueden introducir las variantes que se nos vayan ocurriendo como partido a un número determinado de goles, número de defensas permitidos, etc.
Es un juego que fomenta el trabajo en equipo en detrimento del individualismo, ya que al final los alumnos se dan cuenta de que la mejor forma de marcar es atacando en grupo o en coordinación con los compañeros para distraer a los defensas.
También podemos utilizar el fútbol sin balón que nuestros alumnos aprendan a posicionarse en un campo de juego, y a organizar ellos mismos estrategias para atacar dando un minuto de tiempo muerto después de cada gol.
Espero que os haya gustado y pongáis en práctica este divertido juego en vuestras clases de Educación Física.
Gabriel García – Madrid