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Actividades de acogida para los primeros días de clase

Actividades de acogida para los primeros días de clase

Objetivos

JUEGOS Y DINÁMICAS PARA EL PRIMER DÍA DE CLASE

  1. Juego de Presentación “Me llamo y me gusta”.

Me llamo María y me gusta bailar.

Me llamo Marcos y me gusta el deporte

  1. Espejo mágico

Se necesita una caja cualquiera con un espejo dentro, que haga que quien mire en su interior vea reflejada su cara.

El profesor dice tengo una caja mágica. Dentro de ella está la cara de la persona más importante del mundo. ¿Quién quiere verla?.

El profesor invita a los niños a que se acerquen para mirarla y les pide que lo guarden en secreto sin decírselo a nadie hasta que lo hayan  vistos.

Cuando todos los niños han pasado mirando la caja se inicia un diálogo sobre la persona especial que vieron, en que es especial, que se puede hacer para ser especial.

  1. Cesta revuelta

El director del juego señala a un niño diciendo: “Naranja” (o “limón”) y el niño dirá el nombre de quién está a su derecha (o izquierda). Si se equivoca, se convierte en director del juego colocándose en medio del círculo.

El director puede decir en cualquier momento: “Cesta revuelta” y todos se cambian de lugar. Sigue el juego repitiendo el mecanismo.

OTROS JUEGOS QUE SE PUEDEN REALIZAR LOS PRIMEROS DÍAS DEL CURSO

La telaraña de lana

En este juego se pretende promover la sensación de grupo e integración. 

El profesor/a y los alumnos/as realizan un círculo y una persona del grupo tiene que coger un hijo de lana. La persona que tiene agarrada la lana deberá presentarse (decir su nombre, algo que le guste, alguna habilidad, etc.) y lanzar aleatoriamente el ovillo a otra persona, que también se presentará y así uno detrás de otro hasta que toda la clase se haya presentado, formándose una bonita telaraña.

De esta forma se percibe como el grupo está conectado por la red, ya que se notan las vibraciones de cualquier movimiento. 

El meridiano

El juego del meridiano es una actividad para tomar contacto con los otros sin hablar.

En silencio, los alumnos se tendrán que ordenar según un parámetro que decida el docente (mayor a menor edad, altura, alfabéticamente,etc.), sin que nadie se caiga del banco o pise fuera de la cinta en línea recta o “meridiano”. 

El crucigrama de nombres

El juego del crucigrama de nombres es muy parecido al juego de la “telaraña” que explicábamos más arriba, esta actividad de presentación es ideal para aprender los nombres de los compañeros y hacer que el grupo esté más unido.

Cada alumno sale a la pizarra y escribe su nombre, deberá añadirlo y enlazarlo con alguna letra de otro nombre que ya se haya escrito. De esta forma el resultado final será un crucigrama de toda la clase.

Como variante se puede aprovechar y explicar alguna cosa más sobre cada uno, cada vez que alguien escriba su nombre, aficiones, gustos, expectativas sobre el curso que comienza,…

Me llamo… y me gusta…

Lo primero que tendrá que hacer el profesor es presentarse diciendo su nombre y algo que le
gusta. Por ejemplo: “Me llamo Marisol y me gustan los niños”.

Después, uno a uno, irán saliendo los niños y repetirán esta misma fórmula.

Por ejemplo:
“Soy Manolo y me gusta jugar al fútbol”; “Soy Martín y me gustan las galletas”; etc.
Cuando todos terminen de presentarse, el profesor preguntará si recuerdan el nombre de
algún niño y las cosas que le gustaban.

Digo mi nombre

Los niños que acaban de llegar al colegio no se conocen. Será bueno hacer una dinámica
divertida para que venzan la timidez de los primeros días de clase y aprendan cómo se llaman sus
compañeros.

El juego se organiza siguiendo un orden alfabético. Como en el anterior, empieza
presentándose el profesor.

Puesto de pie en medio de la clase dice: “Me llamo Marisol” y acompaña
sus palabras con un gesto divertido (un salto, un movimiento de los brazos, etc).
A continuación, irán saliendo los niños uno a uno y se irán presentando de la misma manera.

Por ejemplo: “Soy Ángel”, y se va a su sitio volando; “Soy Andrea”, y balancea los brazos; “Soy
Luis”, y hace el gesto de cazar mariposas, etc.

Al final se puede hacer como en el juego anterior, comprobar los nombres que han
aprendido los niños.

Toco tu cabeza

Los niños sentados en el suelo formarán un círculo. Empieza el juego el que nombremos
primero.

Dirá su nombre a la vez que tocará la cabeza del compañero que tiene a su derecha (con su
mano derecha). Siguen el segundo, el tercero y así hasta que todos han realizado el juego.

Ahora se
hace el mismo juego al revés: tocando la cabeza del compañero que tienen a la izquierda con su
mano izquierda.

En este juego, además de presentarse, se está haciendo un ejercicio de lateralidad.

¿Qué animal tengo?

Se seleccionan diez niños y se les pone en la espalda una foto de un animal prendida con un
imperdible.

Ellos no saben qué foto se les ha puesto y tienen que adivinarlo haciendo preguntas a
sus compañeros.

Ejemplo: ¿Tiene cuatro patas?, ¿mama cuando es pequeño?, ¿vive en el agua?,
¿tiene trompa? Cuando el niño lo adivina, el juego vuelve a comenzar con otro niño.

Juego del chirimbolo

Este juego es muy bueno para desarrollar el razonamiento deductivo. Un niño piensa en un
objeto, una persona o un animal y sustituye el nombre por la palabra “chirimbolo”. Los demás
intentan adivinar de qué se trata.

Con los más pequeños hay que hacerlo fácil. Ejemplos: “El chirimbolo sale de paseo con su bastón” (habría que sustituir chirimbolo por abuelo) “El chirimbolo de mi padre corre mucho”, “el chirimbolo rebuzna”, “Ví a un chirimbolo maullando en el tejado”.

El jugador que piensa la palabra va diciendo frases hasta que alguien adivina de qué se trata.

Este juego puede hacerse por equipos, dando puntos a los que aciertan. Gana el equipo que más
puntos consigue.

Pachín, pachín, pachín

Los niños tienen que aprender de memoria: “Pachín, pachín, pachín, tener un amigo es lo
mejor”.
1.- Tienen que repetirlo todos juntos.
2.- Tienen que repetirlo dando palmas.
3.- Tienen que repetirlo moviendo los pies.
4.- Tienen que repetirlo dando golpecitos en la mesa.
5.- Tienen que repetirlo dando saltos.

Una vez que lo han aprendido se levantan todos de sus mesas y caminan por la clase
repitiendo: “Pachín, pachín, pachín, tener un amigo es lo mejor.”

Al decir “tener un amigo es lo mejor” buscan a un niño y se abrazan. Sigue el juego hasta que todos se hayan abrazado.

¿Qué hay dentro de la caja?

En una caja se meterán objetos distintos de la clase. Pueden ser los mismos niños los que los
busquen: regletas, bloques lógicos, gomas, tiza, dados, fichas de dominó, sacapuntas, etc…
Se llama a un niño y se le deja observar los objetos durante un minuto.

Luego se cierra la caja y se le pregunta sobre las cosas que había dentro. Tomamos nota de las cosas que recuerda.

Se hace con todos los niños y gana el que tenga más aciertos.

Busca la pareja

Se preparan pares de objetos iguales, de los que tenemos en la clase: Dos gomas, dos
sacapuntas, dos cepillos de dientes, etc…

Todos estos objetos se meten en dos bolsas de tela, en cada bolsa se colocará un objeto de cada par, empieza el juego con dos jugadores.

Uno saca un objeto de su bolsa y se lo enseña al otro, el segundo tiene que sacar de su bolsa la pareja pero sin mirar dentro, usando solo el tacto. Los jugadores se van turnando hasta realizar todos el juego.

¿De quién hablamos?

Los objetivos de este juego son fomentar la expresión oral, aprender a describir, dar
importancia a los sentimientos y ejercitar la atención. Se trata de descubrir un personaje a través de
las cosas que se dicen de él.

El juego se debe empezar con un niño despierto. Este niño se fija en otro niño de la clase, sin decir su nombre lo va describiendo: Es rubio, tiene pecas, respeta las normas, pinta muy bien, es alegre, etc… El niño que lo adivina sigue el juego describiendo a otro compañero.

Este juego puede adaptarse al centro de interés que estemos trabajando: animales, flores, oficios…

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