Aprendiendo matemáticas con papiroflexia
Cuando se habla de papiroflexia y, analizando el significado propio de la palabra, se hace referencia al proceso de fabricación de diversas figuras u objetos mediante una técnica de doblado (flectere) de láminas de papel (papiro). Así pues, su origen ancestral nipón establece el nombre de origami y posee el mismo significado, (ori) doblar y (kami) papel.
El uso desde su origen, hace ya más de 1000 años, se ha considerado siempre desde varios puntos de vista, ya sea como una ciencia, un arte, diversión, etc. por lo que se le ha dado mucha importancia desde el punto de vista de las matemáticas. Este tipo de actividad permite realizar una importante labor en la estimulación de la actividad cerebral para el aprendizaje, uso y aplicación de las matemáticas.
La introducción de la papiroflexia u origami en la clase de matemáticas, puede ayudar al alumno a interpretar una concepción tan abstracta como supone la concepción numérica y aplicarlo de un modo pedagógico a comprender y desarrollar los diferentes contenidos de la asignatura.
Esta herramienta desarrolla de un modo rápido, claro y sencillo diferentes contenidos tanto conceptuales como procedimentales, psicomotrices, percepción y destrezas varias. Además permite relacionar diferentes ámbitos científicos con un mismo instrumento, como puede ser con el arte, la química, las ciencias naturales, etc. Asimismo, permite amplificar de un modo práctico la motivación creativa del alumnado, dando lugar a la resolución de las propias inquietudes y construcción de figuras, ya no solo planas, sino también tridimensionales como son los poliedros en el caso de las matemáticas o figuras relacionadas con otras materias.
La belleza geométrica que desarrolla esta técnica en cada una de sus partes, durante la construcción y su resolución final, en combinación con la constitución geométrica de cada una de las posibilidades que ofrece una simple hoja de papel, permiten llegar a tener múltiples e atractivas soluciones.
Vamos a ponernos manos a la obra y a empezar a fabricar nuestras primeras figuras. Hay variedad de formas básicas que dan lugar a la creación de diferentes modelos geométricos y figuras. Dichas formas básicas, fueron desarrolladas por japoneses y se derivan de las siguientes:
- De la cometa
- Del pez
- Del pájaro
- De la rana
Sin embargo, hay multitud de figuras y elementos que son difíciles de construir tomando como base las formas básicas anteriores. Los poliedros, son conjuntos de elementos formados por números determinados de polígonos planos (caras) que comparten entre sí varias aristas, formando cada una de las caras del poliedro. Los más importantes desde el punto de vista matemático, son poliedros convexos, entre los que destacan el tetraedro (cuatro caras) cubo (seis caras) octaedro (ocho caras) dodecaedro (doce caras) e icosaedro (diez caras).
Para solucionar el problema de la construcción de algunos poliedros mediante las formas básicas descritas más arriba, el japonés Mitsunobu Sonobè desarrollo el llamado “módulo de sonobè” cuyo fin es la posibilidad de construcción mediante la unión de diferentes módulos entre sí. Este hecho, da como resultado el origen de la llamada “papiroflexia modular” cuyo módulo se representa en la figura 1.
Figuras 1, 2 y 3 Módulos Sonobè (Fuente: Geometría con papel 2005. Universidad da Coruña)
Figura 4 Figuras (Fuente: Geometría con papel 2005. Universidad da Coruña)
Empezaremos por ahora por construir el módulo de Sonobè y a dar los primeros pasos para la construcción de los primeros poliedros más sencillos, el tetraedro y el cubo, ¿Te atreves? Si necesitas ayuda, aquí tienes unos videos donde puedes seguir el proceso de creación!!
Lázaro Bailón Pérez.
Profesor de Matemáticas.
Colegio La Presentación de Guadix.