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El placer de resolver problemas buscando atajos

Problemas

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El placer de resolver problemas buscando atajos

En matemáticas existen algunos problemas que parecen difíciles y que en realidad lo son si para resolverlos usamos métodos tradicionales.

Pero si somos capaces de usar nuestra imaginación y dejamos a un lado de las técnicas ordinarias para resolver problemas, tal vez consigamos tener a una “inspiración” que nos lleve a encontrar la solución de forma rápida.

A estas ocurrencias se les llama en psicología reacciones ¡ajá!. La inspiración repentina que de un chispazo ve cómo resolver con sencillez un problema es algo totalmente distinto de la inteligencia general.

Se trata de un proceso que hasta ahora nadie ha podido llegar a explicar totalmente mediante el cual individuos sin especial brillantez en otros aspectos puedan poseer gran capacidad de pensamiento original.

El aficionado a los problemas de lógica es un tipo de persona que disfruta resolviendo enigmas de forma muy parecida a como otras personas disfrutan de una partida de ajedrez o un partido de futbol.

Las grandes revoluciones científicas son casi siempre consecuencia de insospechadas intuiciones.

Cuando la naturaleza hace algo interesante está desafiando al científico a que descubra cómo lo hace. En muchos casos la solución se produce por lo que podríamos llamar idea eureka.

La exclamación ¡Eureka! procede de una antigua leyenda de cómo Arquímedes resolvió un problema de hidráulica mientras se bañaba.

Es importante que cada vez que nos enfrentemos a un nuevo problema lo examinemos desde todos los ángulos, por extravagantes que parezcan.

Aquí os dejo algunos ejemplos sacados del libro Inspiración ¡ajá! De Martín Gardner

1. El juego de los vasos. El objetivo es repartir 10 monedas entre tres vasos de modo que haya un número impar de monedas en cada uno de ellos.

2. ¿Cuántos animales tengo en mi casa si todos son perros menos dos, todos son gatos menos dos y todos son loros menos dos?.

3. Hay un crucero atracado en el puerto. A medio día el ojo de buey situado junto a la litera de mi camarote se encuentra exactamente a 7 metro sobre el nivel del agua.

La marea subirá a razón de 1 metro por hora. Suponiendo que la velocidad con la que sube la mera se duplique cada hora ¿Cuánto tardará el agua en cubrir el ojo de buey?


Soluciones:
1 Meter un vaso dentro de otro
2 Tres animales, un perro, un gato y un loro
3 La marea nunca alcanzará el ojo de buey, pues el barco sube con ella

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