Hábitos saludables en los recreos
Después de muchos recreos observando a mis alumnos y a estudiantes de otros cursos en infantil y primaria lo que almuerzan, después de compartir con compañeros nuestras opiniones al respecto, es indudable pensar que padres como alumnos y profesores tenemos un «necesita mejorar» en temas de alimentación.
Son muchos profesores los que llegan al trabajo con un café listos para afrontar las primeras clases, y muchos los alumnos que empiezan su jornada con un vaso de leche o incluso ni eso. Esas primeras horas en la que supuestamente estamos más frescos o rendimos más. Es algo a lo que no se le da la importancia que realmente tiene, a pesar de que haya en muchos centros charlas de vez en cuando. Creo que son insuficientes y nada significativas. Ni para ellos ni para nosotros. Es indudable que para poder rendir en esas primeras clases, que por lo general son de las materias más importantes, nuestro cuerpo debe tener el descanso y el aporte nutricional adecuado.
Y para continuar la jornada después del corto tiempo de recreo al máximo de nuestras capacidades, nuestro cerebro y el de nuestros alumnos necesita un periodo de desconexión, así como algo de comida de calidad. Todos sabemos que el desayuno es la comida más importante del día, pero ¿y el almuerzo del recreo?
Desde mi punto de vista es igual de importante que esa primera comida, ya que aún nos queda una larga jornada por delante. Estoy harto de ver a diario envoltorios por el suelo de bollería industrial, envases de zumos repletos de azúcares añadidos y un largo etcétera de productos que son muy poco saludables y que nutricionalmente aportan más bien poco. Quizá una vuelta a los bocadillos de toda la vida sea bueno.
Papás y mamás: es importante que vuestros hijos tengan un almuerzo de calidad para que el tiempo que pasan en clase, sea tiempo de calidad. Evitad que vuestros hijos coman bollería industrial por mucho que les guste. Esa bollería contiene muchos azúcares y grasa bastante perjudicial. Evitad los zumos envasados porque tienen muchos azúcares añadidos y no son nada buenos para que vuestros hijos puedan rendir al máximo. Cambiad esa bollería, por un bocadillo, por un sándwich de queso, un yougur o simplemente traedles una pieza de fruta fácil de comer (plátanos, mandarinas, fresas, etc.). Combinad estos almuerzos durante la semana y no olvidéis un buen desayuno en casa. Si hace falta madrugar un poco más para que esto ocurra, al final vuestros hijos lo agradecerán.
Profes: seamos ejemplo para nuestros alumnos. A nosotros nos ven todos los días, y podemos hacerles conscientes de lo importante que es llevar una buena alimentación. A todo el mundo le gusta sentir que aprovecha el tiempo, estar sano y verse bien delante del espejo. Contribuyamos a ello haciéndoles ver que somos lo que comemos. Con un pequeño esfuerzo por parte de todos, ayudaremos a los chicos y chicas a crecer mejor, facilitaremos mucho su aprendizaje y lo más importante, evitaremos problemas como sobrepesos (todos sabemos lo crueles que son los niños), posibles futuras diabetes de tipo 2, etc…