Son tantas las cosas que sabemos y aprendemos que en ocasiones nos cuesta encontrar la idea adecuada. Para ello, trabajamos con nuestros alumnos los mapas mentales.
Desde hace un tiempo, usamos en nuestras aulas una herramienta de gran utilidad: los mapas mentales. Gracias a ellos, los alumnos recopilan y plasman de una forma gráfica y esquemática las ideas más importantes del tema estudiado. Para ello, se hace uso de flechas y palabras clave que les ayudará a recordar los conceptos aprendidos con mayor facilidad.
En los mapas mentales, el alumno deberá utilizar diferentes colores para resaltar los distintos apartados reflejados en el mismo. De esta manera, con un sólo golpe de vista, será capaz de captar todas las ideas que en él aparecen, apoyándose tanto en el color, como en las imágenes que se muestran.
Este tipo de herramienta, tiene una doble utilidad. Con ella, el alumno plasma los conocimientos adquiridos de forma esquemática y, al mismo tiempo, el profesor la utilizará como medio para conocer la consecución de los objetivos en sus alumnos.
Esta metodología es conveniente realizarla desde las edades más tempranas para que así, el alumno vaya adquiriendo mayor soltura en su realización. Por suerte, es del agrado de todos ellos, se sienten mucho más motivados al poder demostrar su creatividad en la realización y diseño del mismo.
Recomiendo trabajar esta técnica de estudio porque les ayuda a clarificar e interiorizar en mayor medida los contenidos estudiados. Además, pueden utilizarlos como pensamiento visible y como base para trabajar otras metodologías, como rutinas y destrezas de pensamiento.
Ángela Fernández