Os recomiendo el libro: Bolitas de anís. Reflexiones de una maestra.

Hoy vengo a recomendaros un libro. Se trata de «Bolitas de anís. Reflexiones de una maestra».

Lo hago porque ha sido uno de los libros que más me ha gustado, tanto leer, como mantener en mi biblioteca, dado que durante su lectura me he podido ver muchas veces identificado en mi tarea educativa.

El libro me llegó de una manera muy curiosa y desde entonces lo guardo con mucho cariño.  Una maestra de Educación Infantil, Aurora, del pueblo de Serón (Almería)en su jubilación me lo regaló y en su lectura comprendí  por qué dicha persona hizo ese regalo. 

Así que en nuestro gremio de la docencia no solo podemos comprar el libro para nosotros mismos, sino que recomiendo su regalo a otros docentes si en algún momento nos vemos con la necesidad de regalar algo.  Como en mi caso, será un bonito recuerdo para esa persona de vuestra parte y para que nunca lo olvide.

Un docente a lo largo de su vida puede llegar a sumar una gran cantidad de vivencias con sus alumnos, pero en la mayoría de los casos nadie lo refleja por escrito.

En este caso la autora que ha escrito el libro sí lo ha hecho.   Maestra de profesión y quién mejor que en este caso, una maestra para contarle algo a otros maestros.

En el libro, la autora refleja la palabra “ilusión” en su tarea educativa como maestra.

Se trata de un diario de bitácora.

Va contando pequeñas relatos y debajo escribe su reflexión sobre el hecho. Muchos de ellos llegan al corazón y nos hacen reflexionar a nosotros también sobre nuestra vida en la escuela al frente de los niños y niñas que nos rodean.

La maestra y autora es Isabel Agüera Espejo-Saavedra.

La Editorial Desclée de Brouwer, 1998.

El libro consta de 134 páginas y su ISBN es 9788433012968

La maestra jubilada, que anteriormente mencionaba, me hizo una dedicatoria en su primera página  y decía lo siguiente: Te deseo en tu vida y en la enseñanza tanta dulzura como tiene el título de este libro. 

Así que estas mismas palabras os las dedico a vosotros y vosotras si tenéis la ocasión de leerlo.

Ricardo

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