SILENT NIGHT

Silent Night es una conocida canción de navidad austriaca compuesta originalmente en alemán por el sacerdote austriaco Joseph Mohr y el maestro de escuela y organista austriaco Franz Xaver Gruber. En la actualidad, la melodía difiere levemente de la original de Gruber, particularmente en las notas finales. Fue interpretado por primera vez el 24 de diciembre de 1818 en la iglesia de San Nicolás de Oberndorf, Austria. La letra había sido compuesta en 1816 por Mohr en la parroquia de Santa María, pero en la víspera de Navidad se la llevó a Gruber y le pidió que le hiciera una composición musical y un acompañamiento en guitarra para el servicio de la Iglesia.

La difusión del villancico fuera del ámbito restringido de aquella población parece que comenzó en 1833 gracias a un organista de Fügen, de nombre Maurach, que cuando ese año interpretó junto a otros músicos melodías tirolesas en Leipzi, esta canción fue la que atrajo el interés del público.

He escogido la versión que sigue a continuación porque creo que es perfecta para trabajar con los más pequeños de la etapa de primaria. Por un lado, se puede trabajar el villancico desde el área de música y, por otro, se puede utilizar para reflexionar a cerca de la llegada del Mesías:

Jesús nace para todos, especialmente para los más desfavorecidos.

Desde mi punto de vista, la versión de la canción es excelente y las imágenes que lo acompañan son de gran calidad, tiernas y conmovedoras.

El manuscrito original de Silent Night se perdió, pero en 1995 se descubrió un manuscrito original de Mohr y que los analistas dataron hacia el año 1820. Es por medio de ese documento que se descubrió que Mohr compuso la canción en 1816 cuando fue asignado a un peregrinaje a la parroquia de Santa María. También testimonia el documento que el compositor de la melodía es, en efecto, Gruber y que este la compuso en 1818. Se trata, pues, del más antiguo manuscrito que se tiene sobre la historia de la canción y el único que contiene la letra de Mohr. La composición musical de Gruber tiene influencias de la tradición musical de su región y la melodía guarda relación con aspectos del folclore musical austriaco.

El villancico ha sido traducido a más de 300 idiomas en todo el mundo y es el más popular de todos los tiempos. La cifra puede ser superior si se tiene en cuenta la acción de misioneros cristianos en los cinco continentes que lo han traducido a innumerables idiomas gracias a la facilidad de su interpretación, su brevedad y que puede ser cantado sin acompañamiento instrumental.

Por Violeta du Souich Martín

 

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