Avances en la educación de las mujeres en Oriente Medio
Nuestra Constitución en su artículo 14 señala “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social” aunque hemos conseguido esa igualdad legal, lo cierto es que la realidad social es bien distinta y queda un largo camino por recorrer.
No hace falta que nos vayamos muy lejos de nuestras fronteras para saber que, hoy día, la mujer dentro del Mundo Occidental no se encuentra en una situación de plena igualdad con el hombre.
Las mujeres siguen ganando sueldos más bajos que los varones, tienen mayor probabilidad de exclusión social y ocupan menos puestos de responsabilidad.
En Oriente Próximo, la situación es bien distinta si lo queremos comparar con el lejano y desarrollado mundo Occidental, es más, ni siquiera la caída de dictadores y progresos cosechados durante la llamada Primavera Árabe ha conseguido igualar la situación de las mujeres musulmanas, que siguen sufriendo una gran discriminación por el hecho de ser mujer en numerosos países.
Las mujeres saudíes son las más reprimidas en ese sentido, no se les está permitido conducir ni tampoco salir a la calle sin la compañía de un hombre, en Yemen los matrimonios forzados están a la orden del día y en Egipto el papel de la mujer en el Parlamento es aún menor que durante la era de Hosni Mubarak.
Aunque la situación de la mujer sigue siendo dramática en numerosos puntos de la geografía oriental y norteafricana, la situación ha mejorado bastante y hay ciertos puntos que destacar, ya que invitan al optimismo.
Un estudio realizado por Amnistía Internacional publicado días antes del Día Internacional de la Mujer destaca que los derechos de las mujeres han progresado en 15 países de Oriente Medio de 18.
En este estudio se destacan avances tan importantes como es la presencia de mujeres en el Parlamento de Kuwait y su igualdad en materia de derechos políticos, en Argelia se suprimió la ley que implicaba obediencia al marido y en Túnez las mujeres ya pueden acceder a una educación superior como en cualquier país Occidental.
Este avance tan importante en materia de derechos y libertades está íntimamente ligado a la importante inversión en fondos de educación que están destinando los países de Oriente Próximo y el Norte de África, los cuales suponen ya un 20% del Producto Interior Bruto de media, superando a varios países Latinoamericanos y de Asia.
Este avance educacional e igualitario es una realidad en los centros educativos de países como Turquía y Túnez y la presencia de mujeres en la universidad y en las escuelas, aumenta en Marruecos, Argelia y los Territorios Palestinos.
Otro punto a destacar sería que la proporción de niñas en edad de cursar estudios de secundaria matriculadas en este tipo de enseñanza es superior a la de los niños, como en el caso de Bahréin (un 87% de niñas por un 77% de niños) o Jordania (78% niñas y 73% niños). Aun así hoy en día se calcula que más de 8 millones de niños, de los cuales aproximadamente 5 millones son niñas, siguen sin escolarizar en los Estados Árabes sobre todo en aquellos Estados que viven constantes inestabilidades como Afganistán o que directamente están en Guerra Civil como Siria.
Las cifras actuales siguen siendo alarmantes y dramáticas pero es un hecho que la situación está dando un vuelco para bien, en la gran mayoría de Estados.
Todos estos avances han sido posibles gracias a organizaciones como Amnistía Internacional o la Rawa (Asociación de Mujeres Revolucionarias de Afganistán) que día a día luchan porque se les reconozcan derechos que poseen por el hecho de ser personas humanas.
Les queda mucho camino por recorrer, sobre todo en países como Arabia Saudí o Irak donde estos pequeños progresos todavía ni siquiera han llegado, desde aquí les deseamos ánimo y suerte…
José Manuel