El primer día de clase es una excelente oportunidad para crear un ambiente positivo y fomentar la interacción entre los estudiantes.
Aquí tienes una dinámica de grupo adecuada para trabajar con alumnos de 10 a 12 años:
Nombre de la actividad: «Encuentra a alguien que…»
Objetivos:
Romper el hielo y ayudar a los estudiantes a conocerse entre ellos.
Fomentar la comunicación y la interacción entre los estudiantes.
Establecer un ambiente de confianza y cooperación en el aula.
Materiales necesarios:
Hojas de papel y bolígrafos.
Instrucciones:
Preparación: Antes de la actividad, corta hojas de papel en trozos pequeños y reparte un trozo a cada estudiante junto con un bolígrafo.
Explicación: Explícales a los estudiantes que van a jugar a «Encuentra a alguien que…» Se trata de una actividad en la que deben buscar a otros compañeros que cumplan ciertas características o hayan tenido ciertas experiencias. Cuando encuentren a alguien que cumple con la característica, deben escribir el nombre de esa persona en su papel.
Ejemplos de características: Aquí tienes algunas ideas de características que los estudiantes pueden buscar en sus compañeros:
Alguien que tenga una mascota.
Alguien que haya visitado la playa este verano.
Alguien que le guste el fútbol.
Alguien que haya leído un libro durante las vacaciones.
Alguien que tenga un hermano o hermana menor.
Tiempo límite: Establece un límite de tiempo (por ejemplo, 15-20 minutos) para que los estudiantes completen la actividad.
Revisión: Después del tiempo establecido, reúne a los estudiantes en un círculo y pide a algunos de ellos que compartan las características que encontraron en sus compañeros. Anima a los estudiantes a hacer preguntas adicionales a aquellos que mencionaron en sus hojas.
Debate: Luego, puedes abrir un debate sobre las similitudes y diferencias que descubrieron entre ellos. Esto puede llevar a discusiones interesantes sobre sus intereses, pasatiempos y experiencias.
Esta dinámica de grupo no solo permite que los estudiantes se conozcan mejor, sino que también fomenta la comunicación, la empatía y la interacción positiva en el aula desde el primer día de clase. Además, es una actividad divertida que ayuda a romper el hielo y a crear un ambiente de confianza.
