Inteligencia Espiritual a tu alcance
La primera vez que vi esta hermosa historia no pude evitar recordar la entrañable película estadounidense del año 2000
“Cadena de Favores” (en inglés, “PayIt Forward”) dirigida por MimiLeder y protagonizada por Haley Joel Osment, Kevin Spacey, Helen Hunt y Jon Bon Jovi.
Basada en la novela homónima de Catherine Ryan Hyde, la película narra la historia de un niño que imagina un curioso sistema para mejorar el mundo: hacer favores desinteresadamente. Para sorpresa de todos, la generosa propuesta causa furor entre la gente. Esta película no hacía sino adentrarse en el maravilloso mundo de la Inteligencia Espiritual.
Para DanahZohar e Ian Marshall, la Inteligencia Espiritual es la inteligencia primordial; es la inteligencia que nos permite afrontar y resolver problemas de significados y valores, ver nuestra vida en un contexto más amplio y significativo y al mismo tiempo determinar qué acción o camino es más valioso para nuestra vida. Consideran que la Inteligencia Espiritual está en todo nuestro Ser, como una totalidad trabajando de manera armónica con la Inteligencia Racional y la Inteligencia Emocional.
Según DanahZohar e Ian Marshall, la Inteligencia Espiritual se distingue por las siguientes características: capacidad de ser flexible, poseer un alto nivel de conciencia de sí mismo, capacidad de afrontar y trascender el dolor y el sufrimiento, capacidad de ser inspirado por visiones y valores, reluctancia a causar daños innecesarios, tendencia a ver las relaciones entre las cosas (holismo), marcada tendencia a preguntar ¿Por qué? o ¿Y si? y a pretender respuestas fundamentales y facilidad para estar contra las convenciones.
Robert Emmons considera que aquellos que tienen Inteligencia Espiritual poseen ciertas capacidades, como la capacidad de trascendencia, la capacidad de experimentar estados elevados de conciencia, la capacidad de encontrar el sentido de lo sagrado en las actividades diarias, la capacidad de usar los recursos de la espiritualidad para resolver los problemas prácticos de la vida, y la capacidad de comprometerse en llevar una vida virtuosa expresada en el perdón, la gratitud, la humildad, la compasión y la sabiduría.
La pequeña y a la vez gran historia que nos ocupa es un ejemplo de cómo fluye la Inteligencia Espiritual en algunas personas, de cómo se puede cambiar el mundo con pequeños gestos, con miradas claras, dando rienda suelta a los buenos sentimientos.
Querido lector, sólo me queda una pregunta por hacerte: ¿Te atreves a cambiar el mundo?
Violeta du Souich Martín (Departamento de Música)