“LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS”

El principito (en francés: Le Petit Prince) es una novela corta y la obra más famosa del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry (1900–1944). Es un cuento poético que viene acompañado de ilustraciones hechas con acuarelas por el mismo Saint-Exupéry. En él, un piloto se encuentra perdido en el desierto del Sahara después de que su avión sufriera una avería, pero para su sorpresa, es allí donde conoce a un pequeño príncipe proveniente de otro planeta. La historia tiene una temática filosófica, donde se incluyen críticas sociales dirigidas a la «extrañeza» con la que los adultos ven las cosas. Estas críticas a las cosas «importantes» y al mundo de los adultos van apareciendo en el libro a lo largo de la narración.

A pesar de que es considerado un libro infantil por la forma en la que se encuentra escrito, también posee observaciones profundas sobre la vida y la naturaleza humana. Esto se puede ejemplificar con el encuentro entre el principito y el zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas; de hecho, la esencia misma del libro se encuentra reflejada en el secreto que le obsequia el zorro al principito:

«Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos».

Este video se puede utilizar simultáneamente en varias asignaturas para lograr un trabajo más profundo. En Música, se puede trabajar la canción en su versión inglesa “Somewhere only we Know” o en la versión francesa que aparece en el video. En Artística, se pueden estudiar las ilustraciones originales de Saint-Exupéry y compararlas con la brillante animación creada para la película “The Little Prince” (Mark Osborne, 2015), cuyas imágenes se muestran en el video. Desde la asignatura de Lengua, la lectura del libro y posterior reflexión a cerca de su contenido, resultarían muy enriquecedoras para los alumnos.

 

A continuación, se detallan algunas de las enseñanzas que ofrece El principito:

– Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.

– Si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Para mi, tú serás único en el mundo. Para ti, yo seré único en el mundo.

– Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan.

– Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que, algún día, cada uno pueda encontrar las suya.

– Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.

– Caminando en línea recta no puede llegar uno muy lejos.

– No se debe nunca escuchar a las flores. Sólo se las debe contemplar y oler. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no era capaz de alegrarme de ello.

– Únicamente los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y, si se la quitan, lloran.

– ¿Y de qué te sirve poseer las estrellas? -Me sirve para ser rico.- ¿Y de qué te sirve ser rico? -Me sirve para comprar más estrellas.-

– Los hombres ocupan muy poco lugar sobre la Tierra. Las personas mayores no lo creerán, seguramente, pues siempre se imaginan que ocupan mucho sitio.

 

Por Violeta du Souich Martín

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