Música, ¿Para qué? La música, para vivir…
“Un entrenamiento musical de larga duración durante la infancia y/o adolescencia puede reducir la degeneración neuronal que, inevitablemente, se produce con la edad”. Jordi Jauset, Dr. en Comunicación e Ingeniero de telecomunicación.
Actualmente, la ciencia nos permite conocer lo que ocurre en el interior de nuestro cerebro cuando estamos sometidos a estímulos musicales hasta el punto de que cada día se publican numerosos estudios acerca de cómo nos afecta e influye la música. Se constata, por tanto, que la música cambia nuestra bioquímica cerebral: se activan conexiones neuronales, se segregan neurotransmisores, hormonas, endorfinas, se modifica nuestro ritmo cardíaco y respiratorio, etc.
En esta ocasión es Eduardo Punset en su entrevista al neurocientífico y profesor de psicología de la música, Stefan Koelsch de la Universidad de Berlín, quién se hará eco de las aportaciones de la música en el campo de la salud, las emociones, el aprendizaje y la capacidad de este arte a la hora de poner freno a la degeneración neuronal que, inevitablemente, se produce con la edad.
Lejos de las trasnochadas opiniones que relegan la MÚSICA al campo del entretenimiento y de los rígidos y poco sensibles sistemas educativos que en los últimos tiempos la acorralan en el último rincón del currículo escolar, innumerables voces de científicos y estudiosos de diversas disciplinas, avalados por universidades de prestigio, prodigan sus inestimables beneficios. Buena cuenta de ello nos da la historia que nos cuenta cómo las más avanzadas civilizaciones de la Antigüedad supieron ver en la música una fuente de conocimiento que aportara beneficios a la mente y al cuerpo.
Y como todos sabemos, el mejor patrimonio que podemos dejar a nuestros hijos es la educación, por tanto la iniciación en la práctica musical será uno de los mejores regalos para estas jóvenes generaciones que a través de la música alcanzarán equilibrio emocional, satisfacción personal e importantes beneficios para su salud a largo plazo.
