Corre, vuelta, no te detengas
Es algo que todos sabemos de algún modo, pero que puede que nadie te haya explicado nunca. Si tú a tu hijo, antes de una carrera, le dices: “- te vas a caer. Tú no vales para esto.” Ese niño se va a caer. No hay más opciones. Porque le has hecho creer que es posible y hay algo que le empuja a cumplir la profecía.