¡Sonríe y sé feliz!
La sonrisa tiene un poder mágico que hay que experimentar para creerlo. Es muy importante tanto en el alumnado, como en el profesorado.
La sonrisa de un niño que es feliz en la escuela no tiene precio.
La sonrisa tendría que estar presente en la lista del material del curso escolar junto a los cuadernos, los libros, los lápices, los rotuladores, etc.
La sonrisa es el termómetro que refleja el éxito del encuentro diario, como un intermediario pedagógico y el barómetro que mide el nivel de presión en la atmósfera de la clase.
Nuestra clase es como un campo de cultivo dónde el maestro/a es un sembrador de sonrisas, un cultivador de alegrías.
Por eso la primera lección del día es la energía de la sonrisa, el regalo de la sonrisa, el arte de sonreír, pero sobre todo, el derecho a la sonrisa.
La sonrisa pone la llave y abre la puerta. Es como decir:
«¡Aquí estoy!» “Pasa y entra » » Me gusta estar aquí »
NUNCA TE OLVIDES DE SONREÍR PORQUE UN DÍA SIN SONRISAS ES UN DÍA PERDIDO.