El uso de las calculadoras en el aula
Es este un tema controvertido, que creo que no deja a nadie de la comunidad educativa, indiferente ante él.
Evidentemente, como ante todas las cuestiones que se suelen plantear, existirán sus defensores y como no, sus detractores.
Vivimos en una sociedad envuelta por el desarrollo tecnológico, y por tanto son muchos los matemáticos que están desarrollando software educativo, o que están dedicados al mundo de las tecnologías, llamadas TIC´s.
Ante esa corriente tecnológica, me gustaría dejar en el aire una serie de cuestiones:
- ¿Dónde quedó el uso de las calculadoras en nuestras aulas?
- ¿Qué opinan quienes están desarrollando este nuevo software, sobre el uso de las calculadoras por parte de los educadores?.
- ¿Es recomendable su uso?.
Y así podríamos estar lanzando una retahíla de preguntas sin fin.
Por norma general, es difícil encontrar chavales en el primer ciclo de secundaria a los que se les permita el uso de la calculadora sin restricciones algunas por parte de los docentes.
Sin embargo, al mismo tiempo, a esos docentes se les llena la boca con el “palabro” TIC´s.
¿Acaso no nos hemos dado cuenta que la calculadora es en definitiva una TIC que se debería ya considerada por dominada?.
Pues en contra de esa afirmación pienso que ha sido considerada como una enemiga acérrima del proceso de enseñanza de las matemáticas para nuestras propias generaciones y las venideras.
Pero sucede aquí como en todos los ámbitos de la vida; las cosas hay que valorarlas en su justa medida, y aplicadas o empleadas de una manera correcta.
Está claro que no hay que entender el uso de la calculadora sin antes dar por sentada la capacidad del alumno para efectuar por sí mismo todas las operaciones que exige nuestra ley educativa (o el mejunje de leyes “sufridas” a lo largo de su existencia).
Pero una vez dada por sentada esa habilidad, entiendo evidente que el aprendizaje en el uso de estas pequeñas maquinas seria favorecedor para nuestros alumnos.
Es en el momento en que llegásemos a pensar que fuesen necesarias, cuando me surge la duda sobre si los docentes estamos lo suficientemente preparados para aportar algo al conocimiento del alumno.
Quiero decir con esto, que evidentemente, a la gran mayoría de los docentes se les escapan de las manos las posibilidades educativas de este tipo de herramientas.
Preferimos dirigir nuestra atención a otras herramientas, más potentes, más modernas, pero que a la larga tiene el inconveniente de que no todos los alumnos tiene acceso a ellas.
Por el contrario, una triste calculadora básica (sin entrar a considerar las calculadoras técnicas) es una herramienta de bajo coste y fácil adquisición por la totalidad de los alumnos.
Además, esta herramienta no nos implica el traslado al aula de informática en aquellos centros que dispongan de ella.
No quiero simplemente tratar de enumerar ventajas o desventajas del uso de las calculadoras, sino poner en común con nuestra comunidad educativa una serie de aplicaciones que pueden ayudar a implantar el uso de la calculadora en los primeros cursos de la ESO.
Existen innumerables aplicaciones que además, interrelacionan diferentes materias que se imparten a los alumnos, con lo cual, la enseñanza en determinados momentos se puede conseguir hacer amena para el receptor.
A continuación se adjuntan una serie de enlaces a páginas donde se muestran infinidad de actividades para familiarizarse con el uso de la calculadora en el aula.
http://www.matematicasdivertidas.com/Juegos%20con%20Calculadora/juegos%20con%20calculadora.html
Gonzalo – Colegio de la Presentación