Las Emociones en Infantil

CÓMO TRABAJAMOS LAS EMOCIONES EN EDUCACIÓN INFANTIL

(Aspectos didácticos)

Existen cinco emociones que se consideran básicas y que están presentes en todas las personas en algún momento de la vida. Los niños son capaces de experimentarlas desde que tienen unos pocos meses: alegría, tristeza, miedo, rabia y sorpresa. Existen otras que se consideran secundarias porque surgen de las básicas o primarias, no son tan universales como las anteriores y requieren de cierta maduración en el niño para que aparezcan (vergüenza, culpa, orgullo…)

Aquí resumo algunas de las actividades más interesantes, útiles y operativas que utilizamos en nuestras clases de Infantil para trabajar las emociones con los alumnos: La asamblea: Todas las mañanas los niños cuentan por turnos algo importante que les ha sucedido el día anterior, y cómo se han sentido ante esa situación. El cuento del monstruo de los colores: Les encanta a los niños y explica de una manera sencilla y divertida cada una de las emociones.

Proporcionamos un vocabulario relativo a las emociones, para que de esta forma puedan iniciarse en la identificación y comunicación de sentimientos. Es importante llamar a las emociones por su nombre: estoy enfadado, estoy triste, siento rabia, estoy contento…

El reloj de las emociones: Disponemos de imágenes de diversos niños que muestran diferentes emociones (alegría, tristeza, sorpresa, enfado, vergüenza, etc.), y en el centro de un círculo colocamos una flecha que puede girar. Mientras leemos un cuento los alumnos colocan la flecha en una u otra emoción, en función de las situaciones y sentimientos que atraviesa el personaje del que se está hablando.

Pintar caras de personas que expresen la alegría, la tristeza o el enfado. Así conseguimos que el niño se fije bien en la diferente expresión entre una y otra emoción y la represente. Solución de conflictos: Al volver del recreo, se habla sobre lo sucedido en el patio. Si algún niño ha pegado a alguien, si se han enfadado, si han jugado con algún amigo nuevo, si se han caído…etc

Mímica: Pedir a los niños que imiten la expresión y la postura de niños que están en fotos. Cuento de cada Unidad Didáctica: cada cuento de la editorial que usamos trabaja una emoción diferente, y se propone un taller con una serie de actividades para llevarlo a cabo. Además en el CD del método hay una actividad interactiva para jugar en la pizarra digital relacionada con esa emoción trabajada.

El espejo: En cada clase de Infantil tenemos un espejo, y frente a él realizamos diferentes expresiones faciales, (estados emocionales), para que observen en ellos y en el adulto cómo cambian los ojos, la boca, la frente, las cejas… con cada una de ellas.

Parejas de niños: Puestos los niños por parejas, uno en frente del otro, imitar la emoción del compañero.

Recortar caras de revistas y hacer un mural de emociones. La silla de pensar: lugar muy importante. Cuando un alumno pega, insulta… o realiza alguna conducta contraria a las normas de convivencia en la clase le pedimos que se siente en esa silla y piense durante unos minutos lo que ha hecho mal, y cómo se ha sentido él y el compañero agredido o persona afectada. Después de esos minutos el niño se levanta y cuenta lo que ha estado pensando, prometiendo no volver a hacerlo más.

Ejercicios de relajación para controlar las propias emociones: respiración profunda, tumbarse, masajes, caricias de otra persona…

El cartel de las normas: En cada clase tenemos un cartel de normas, con situaciones que nos ponen alegres y otras que no nos gustan y nos ponen tristes. (ejemplo: pegar nos pone tristes, compartir nos pone alegres, gritar nos pone tristes…) y las recordamos en la asamblea todos los días.

Canciones: Cantar con distinto tono de voz la misma canción. Fuerte, tapándose los oídos, después bajito… triste, alegres, enfadados… De esta manera los alumnos aprenden los diferentes tonos de voz que se pueden utilizar cuando se sienten emociones y cuál debe de ser el tono adecuado para el diálogo con cualquier persona.

Música: escuchar un fragmento musical; (música clásica) y preguntarles qué sentimiento les suscita. Expresarlo en un papel con un dibujo libre; otras veces moverse al ritmo de la música bailando de forma expresiva.

El juego: Aprovechar cualquier momento del juego libre para comentar sus emociones. Hacer que el niño se fije en ellas: “Mirad qué contento está “Luis” porque “María” le ha prestado la pelota, mirad que triste está “José” porque se le ha roto el juguete”…etc Aprovechar cualquier situación de relación social a lo largo de la mañana para que los niños se percaten del tipo de emoción que está expresando algún compañero a quien le ha ocurrido algo bueno o malo: “Mirad cómo llora Juan, se ha caído y le duele mucho.” ¿Qué podemos hacer para que se sienta mejor?, “ Mirad qué contenta está Ana porque ha nacido su hermanita” Vamos a darle un abrazo para felicitarla…etc

Los cuentos tradicionales: La lectura de cuentos en los que los personajes viven diferentes sentimientos (alegría, tristeza, enfado…) son muy útiles para conocer y gestionar las emociones. Comentamos esos sentimientos, nos ponemos en el lugar de quien los siente, dialogamos sobre la emoción expresada en el cuento (El patito feo, La Cenicienta, Los tres cerditos…)

Ester B. (Granada)

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