A medida que van pasando los meses, y el día a día, a veces provoca que surjan conflictos dentro del aula. En muchas ocasiones estos choques se producen por no saber gestionar bien nuestras emociones, por este motivo es muy necesario trabajar con pequeñas dinámicas la Empatía y la Resolución de Conflictos, además de trabajar la necesidad de expresar y verbalizar todo aquello que nos ocurre.
La dinámica con la que vamos a abordar esta temática, va dirigida a chicos y chicas a partir de 8-9 años en adelante.
En gran grupo, el profesor les va a plantear un caso: “Se están cometiendo una serie de robos en el colegio, sobre todo en las aulas de 4º ESO. Los profesores y padres están muy preocupados por la situación porque cada día va a más. Un alumno del colegio conoce al autor de los hechos, y aunque ya ha hablado con él para que pare, éste no entra en razón y dice que mientras pueda, lo va a seguir haciendo. Motivado por el mal ambiente que se está creando en el colegio y después de la negativa de su amigo para dejar de robar, el alumno se está planteando hablar con los tutores para acabar con esta situación, pero, por otro lado, sabe que, si delata a su amigo, lo mismo le expulsan del centro.
Después de escuchar la historia, los alumnos/as de forma individual deben argumentar en qué posición se sitúan y su opinión sobre lo que debe hacer el alumno en este caso.
De esta forma se va a generar un debate en gran grupo, donde cada alumno/a aportará sus ideas, tendrá que escuchar las de los demás, respetar el turno de palabra y sobre todo estar dispuesto a valorar y tener en cuenta todos los argumentos posibles, aunque no estemos de acuerdo con algunos.
Según vaya avanzando el debate, los alumnos se irán posicionando en grupos, principalmente por ideas similares, creando un argumento más sólido para abordar el tema.
Antes de acabar la actividad, sería bueno, que cada alumno/a de forma individual, volviera a reflexionar sobre sus argumentos iniciales y ver en qué posición se ha quedado tras el debate con sus compañeros/as.
Con esta dinámica se pretende que los alumnos adquieran un pensamiento crítico, valoren los principios por los que ellos/as se rigen y se mueven y tengan en cuenta cuáles son los valores necesarios para el buen funcionamiento de nuestra sociedad.
