Class Dojo, una app monstruosa para nuestro aula

Classdojo

Class Dojo, una app monstruosa para nuestro aula

El carné por puntos, el semáforo del ruido o los puntos positivos y negativos en una hoja de registro son algunas de las estrategias de control de la conducta y el orden en clase.

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Daniel Goleman y La Sagrada Familia [Vídeo]

Daniel Goleman

Daniel Goleman y La Sagrada Familia

Os dejo un interesante enlace a un video emitido por RTVE en el que Daniel Goleman (psicólogo y autor del libro Emotional Intelligence, Inteligencia Emocional), a través de un paseo y reflexión en la Sagrada Familia, pone de manifiesto la gran revolución arquitectónica llevada a cabo por Gaudí.

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Cómo educar el autocontrol

Cómo educar el autocontrol

El autocontrol es la capacidad de dirigir nuestra propia conducta en el modo deseado.

El niño en la Etapa de Educación Infantil no tiene desarrollado el autocontrol de su conducta. Esto es así por dos factores:

1. En un principio, el niño no es consciente de que debe controlarse.

2. Cuando adquiere esa consciencia, el autocontrol requiere de él tanto esfuerzo, que desiste de su intento.

El niño en edades tempranas actúa por impulsos, intentando satisfacer con inmediatez sus deseos. Es muy importante enseñarle a esperar. Tanto en casa como en el colegio, debemos ayudarle a controlar su impulsividad. Debemos lograr que sus acciones sean meditadas y que su conducta no responda a arrebatos, sino que sea voluntaria.

Maestros y padres tenemos la obligación de educar dando herramientas para ayudar a gestionar el autocontrol. El autocontrol es una destreza y como tal debemos entrenarla. El problema principal que nos vamos a encontrar es la falta de paciencia. Las personas en general y los niños en particular buscamos la gratificación inmediata, pero como no siempre es posible, debemos enseñar a manejar las emociones y entrenar en la virtud de la paciencia. Para ello recurriremos a la repetición, la imitación y al ensayo.

En Infantil, por ejemplo, es muy frecuente que nuestros alumnos no sepan esperar su turno de palabra e interrumpan constantemente la asamblea o la clase. Corregir esta actitud impaciente requiere un reiterado proceso de imitación y ensayo. En primer lugar, explicamos a nuestros alumnos, con mucho cariño, que todo lo que tengan que decirnos nos interesa y nos apetece escucharlo, pero que como somos tantos tenemos que organizarnos. Como dinámica de clase, les pedimos que piensen algo que quieran contarnos y tras un periodo corto, le pedimos a todos a la vez que lo digan. Permitimos con esta sencilla dinámica que compruben por ellos mismos que la comunicación no es posible, pero que si alzamos la mano y respetamos el turno de palabra, la conversación puede ser muy agradable, interesante y fluida. Imitamos, ensayamos y comprobamos a diario las consecuencuencias de nuestra paciencia o impaciencia y establecemos como norma que al que interrumpa, aunque nos apetezca mucho escucharlo, lo dejaremos para el último para que entrene su paciencia. Como la consecuencia siempre es la misma para la conducta que queremos corregir, los niños son capaces de interiorizarla.

Es fundamental establecer consecuencias específicas para cada comportamiento que queremos erradicar. De nada sirve que un día seamos muy estrictos si al siguiente somos permisivos con la conducta que pretendemos mejorar. De este modo, desorientamos y confundimos al niño. Si le digo al niño que no se puede botar la pelota en el salón, la pelota no se puede botar en el salón. Para ello le diré, por ejemplo: «Me encanta como juegas al fútbol. Eres todo un campeón. Estás practicando tanto que cada vez lo haces mejor. Seguiremos practicando en el parque tal día o tal otro, pero si chutas en el salón te quedas sin pelota por un día completo»
La consecuencia a la conducta de jugar con la pelota en el salón ya está establecida. Si nosotros la respetamos, el niño la respetará.

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Supremacía de la inteligencia emocional ante el acoso escolar

Supremacía de la inteligencia emocional ante el acoso escolar ¿Cómo debemos actuar ante el acoso escolar? A veces, se dan situaciones que al profesorado, padres y a la comunidad educativa se nos escapan de las manos ya avanzado el curso. Para algunos alumnos la llegada al cole se convierte en un infierno, a veces se sienten desprotegidos … Leer más

¿Cómo te sientes? – Inteligencia emocional

Con estas actividades los niños/as descubren medios para enfrentarse a diferentes situaciones de su vida cotidiana de forma efectiva y a expresar sus sentimientos y emociones y reconocerlos en los demás.

Todas las actividades presentadas a continuación están pensadas y diseñadas de forma que se pueda atender las características y necesidades que presentan los diferentes un niños/as dentro de un grupo-clase, donde la inclusión es la base de todo proceso de enseñanza-aprendizaje.

Objetivo de la sesión: Reconocer sus propios sentimientos y saber ponerles nombre.
Material: Pizarra digital, música y unas gafas de colores. Espacio El aula
Organización:
Gran grupo Temporalización Estas actividades se realizarán durante todo el primer trimestre. La puesta en marcha de cada una de estas actividades se hará en 3 sesiones con una duración aproximada de 30 o 45 minutos por sesión.
Desarrollo de las actividades:
1. Pondremos el video de los emoticantos.

2.  El semáforo. A través del video de los emoticantos y el semáforo aprenderemos a pararnos cuando está en rojo, pensar cuando el semáforo está en ámbar y seguir o actuar cuando está verde.

3. Expresión de los sentimientos provocados por diferentes tipos de música. Se mueven por la clase y explican que emoción o sentimiento se ha producido en ellos al escucharlas.

4. Gafas de colores. Ante una misma situación los niños deben responder de diferentes formas dependiendo del color de sus gafas. Por ejemplo: si son rojas, respuesta negativa, si son amarillas, respuesta positiva.

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5. Expresamos sentimientos con nuestras caras. Cara de tristeza, de alegría…

2. Juego de Rol. Como actúas cuando…
3. Taller de palabras. Que palabras nos hacen sentirnos enfadados, alegres…
4. Rincón de resolución de conflictos. En un rincón de la clase, se colocará una mesa y una silla enfrente de otra, un compañero/a será el mediador y por lo tanto el encargado de conceder el tiempo de escucha (imagen de una oreja) y tiempo de palabra (imagen de una boca).

Adaptación a la diversidad: Creemos que estas actividades no requieren ninguna adaptación para este niño, al tratarse de actividades dinámicas que no requieren un esfuerzo especial.
Colaboración de las familias:
Invitaremos a las familias a compartir y participar en la tarea de expresión corporal.